El formato RAW es conocido en el mundo de la fotografía como el negativo digital ya que recoge todos los datos que el sensor de nuestra cámara es capaz de capar.
Frecuentemente es un formato que el público en general no suele utilizar ya que su tratamiento aunque sencillo precisa de algunos conocimientos técnicos.
«Todas las fotografías en RAW deben ser procesadas»
A la hora de hablar de fotografía y criminología el formato RAW debería ser un formato obligatorio dadas las posibilidades que nos ofrece; lógicamente no podremos variar el encuadre ni la posición de los objetos pero podríamos modificar fácilmente, entre otras:
- La exposición
- El balance de blancos
- La calidez
- La saturación
- suprimir ruido
- y un largo etcétera
«Dadas sus aplicaciones a la hora de analizar la escena de un delito, el formato RAW debería de ser obligatorio en el mundo de la criminología»
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